Ya hace tiempo que llevamos viendo que el mercado de la moto se está girando hacia la “moda” de la ecología. Y aunque parezca mentira, algunos de esos modelos (sacrilegios y blasfemias visuales para algunos) están muy logrados y siguen siendo motos, no como otras que para lo único que valdrían serian para estar expuestas en un museo de arte moderno.
Siguiendo la misma línea, hay motos que llaman la atención solo con mirarlas y a simple vista, hasta obvias que son eléctricas, porque te cautivan solo con mirarlas. Claros ejemplos de estas sensaciones son la Mision R, la Alta Motors Redshift SM o la Vespa Elettrica.
Ahora hay que añadir la moto que os mostramos hoy: la E-Racer de Aero Motorcycles. Tiene un diseño cautivador y es verdaderamente hermosa. Sigue teniendo dos ruedas y funciona con electrones, si, ¡Electricidad señores!, y no con hidrocarburos.
Su estilo llega al público en forma de tracker de calle, con unas llantas en 19 pulgadas. La Aero E-Racer combina un chasis diseñado y fabricado de forma muy inteligente con componentes de última generación.
Desde Aero Motorcycles nos dicen que entrega 34 caballos. No parece algo muy alucinante, ¿verdad? Su secreto son los 59 Nm entregados de forma lineal gracias a una caja de cambios de cinco velocidades con embrague hidráulico La carrocería fabricada en fibra de carbono y Kevlar ayuda a esconder la forma cuadrada del paquete de baterías de 10,6 Kw/h de una forma muy lograda. Gracias a esto, lo único que vemos es el chasis de tubular cromado y el asiento de cuero.
Tal vez, la única pega que se le pueda sacar a esta Aero E-Racer sea el panel de instrumentos. No le deis más vueltas, en un Iphone lo que nos muestra toda la información de la moto. Si a eso añadimos el soporte nada disimulado de la GoPro, digamos que ensucian un poco el diseño tan fino de toda la moto en conjunto. Pero sin duda, probablemente la mayor pega sea la caja de cambios, que nos priva de la experiencia de sentir la “patada” de los electrones entregando el par en una curva completamente rectilínea hacia arriba.
Resumiendo, en conjunto, yo me considero uno de esos adictos al olor a gasolina, a 2 tiempos, al “braaaap” de los escapes… Pero tampoco me importaría probar uno de estos “engendros” de la ingeniería medioambiental. Estoy seguro que la forma de entregar el par del motor de una moto eléctrica no me desagradaría del todo… ¿Y a vosotros?
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