El casco está siendo desarrollado por Nolangroup junto con Sony Corporation, e incorpora un sistema denominado N-Com ARX que se basa en una pequeña pantalla tipo "head up" que proyecta imágenes virtuales holográficas que se superponen a la visión normal del piloto, de modo que está viendo, en tiempo real, información importante para su seguridad y la circulación sin tener que apartar nunca la vista de la carretera.
Una de las ventajas es que el sistema se controla desde un smartphone y se ha desarrollado sobre una plataforma de código abierto, lo que permite desarrollar múltiples aplicaciones sobre el mismo.
Con estos sistemas los conductores de moto ganamos muchísimo en seguridad, ya que, integrados con apps de navegación y de tráfico y con muchas otras que podrían desarrollarse, nos permiten circular con muchísima más información e incluso prever los problemas.
Así, de pronto, se me ocurren muchas apps que podrían ser útiles y que nosotros mismos podríamos ir actualizando de modo colaborativo, para avisarnos en tiempo real de puntos negros, baches, suciedad, atascos o problemas de circulación, cambios rápidos en el clima, apoyo en conducción nocturna etc.
Es cierto que toda esta tecnología nos tiene cada vez más "controlados", pero, como en este caso, también está ayudando a desarrollar una especie de "sexto sentido" externo, que nos permite tener más información que la que sólo nuestros ojos y oídos nos proporcionan, y eso, en moto, puede salvarnos la vida.
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