 Llevamos varias semanas comentando el proyecto 1.408 de Ducati, la moto que la marca anunciaba como la más potente (de serie) que nunca hayan fabricado. Poco a poco fuimos sabiendo que se trataba de una versión "superleggera" sobre el motor de la Panigale 1299 potenciado, y por fin han desvelado las cifras que envuelven a este maquinón: 215 CV, 150 Kg y 80.000 €.
Los 215 CV, partiendo del motor original de 205 CV, son impresionantes pero no son una locura de aumento de potencia. La reducción de peso, que pasa de los 166,5 Kg en vacío a 150 Kg también es una pasada, pero tampoco es para cortarse las venas... La cifra que si pone los pelos de punta es el precio. De 23.500 pasamos a ¡¡80.000 €.!!
Analicémoslo:
Motor: es cierto que sacar 10 CV a un motor tan sofisticado y que ya estaba lleno de soluciones y materiales de últimisima generación es complicado y se traduce en modificaciones hipertécnicas que implicarán un trabajo casi al nivel de MotoGP (probablemente se apliquen soluciones traidas de allí), a eso súmale tener que diseñar una línea de escape diferente que optimice ese nuevo rendimiento (por dios, como tienen que sonar esos akrapovic), adaptar toda la electrónica...
Ciclo: También es una pasada el trabajo que hay detrás de esos 16,5 Kg menos, conseguidos sobre todo con el uso masivo de fibra de carbono en piezas que antes ya eran de aluminio o magnesio.
Pero... ¿cuanta gente sería capaz de, pilotándolas, distinguir una 1299 "normal" de esta moto? Yo creo que muy pocos.
Precio: Tirando sólo de sentido común, la idea de sacar a la venta una moto que sólo es un poco mejor que la de serie pero cuesta más del triple no tiene mucho sentido, pero aquí el sentido común no manda. La exclusividad con que Ducati la va a comercializar les permite ponerle un precio que sobrepase de largo el coste de esos nuevos materiales y modificaciones porque en este mundo hay un buen puñado de afortunados que podrán pagarlo sin pestañear (aunque muchos sólo comprarán toda esa potencia y efectividad para tenerlas en un garaje junto a otras motos y coches de colección). Eso es lo que Ducati lanzará en Milán, esa exclusividad, esa imagen de objeto inalcanzable, no una moto.
Ducati consigue que, generación tras generación, sus motos sigan siendo el mayor objeto de deseo de cualquiera que ame el mundo de las dos ruedas. Más allá de sus diseños y de la efectividad de sus máquinas, son este tipo de acciones, estas motos que están tan lejos para nosotros, los simples mortales, lo que hace que la marca sea lo que es.
Quizás el verdadero objetivo de lanzar algo como la superleggera sea mantener viva nuestra capacidad de soñar con lo inalcanzable, de darle forma real a objetos de deseo extremo... Y ya te digo que lo consiguen.
Ole por Ducati.
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